Chile está viendo un crecimiento notable en su ecosistema de startups, ofreciendo oportunidades de inversión atractivas, especialmente en áreas como tecnología y sostenibilidad. Sin embargo, los inversores deben afrontar desafíos significativos, como la alta tasa de fracaso y la falta de información transparente, lo que subraya la importancia de una investigación exhaustiva antes de invertir.